Navidad, es Navidad y a mi que me importa eso si yo he de seguir malviviendo con mi marginación a cuestas. De luces y de colores se viste la gran ciudad, de palabras que anuncian una alegre Navidad. Pero yo miro con envidia al perro gordo que pasa, bien alimentado y abrigado con su mantita de lana y su collar de brillantes. Perfumado y calentito; hasta le recogen la mierda que caga y le limpian el culito. El duerme entre algodones, otros, lo hacen entre cartones…Pocos son los que se involucran a favor de los más necesitados y marginados. Un niño llora de hambre y muere de inanición. Pero mi mascota está bien alimentada. Un hombre duerme en el suelo y se arropa entre cartones. Pero mi perro duerme entre algodones. En el país faltan puestos de trabajo. En los hospitales faltan medios para combatir las enfermedades. Pero el ejército está bien surtido de barquitos, aviones y demás “juguetitos”. Nada les falta a los políticos y encima los que mandan nos roban, en salud y educación. En la calle hay un mendigo que busca en las papeleras. ¿Qué buscará en ellas? Seguramente eso que a ti y a mi nos sobra. Unos no tienen ni para comer decentemente. A otros les sobra el vino y el tabaco, y yo, tengo en mis manos el mejor móvil del mercado… ¿Quién puede sentirse orgulloso de vivir en esta sociedad?
Javier Almeida & Óscar Barriga.
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